Congresos

VIII CONGRESO NACIONAL DE DERECHO SANITARIO

I REUNIÓN IBEROAMERICANA DEL DERECHO SANITARIO

Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid

(Madrid, 18, 19 y 20 de Octubre de 2001)

ACTO INAUGURAL

D. Ricardo De Lorenzo y Montero
Presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario.

 

Excma Sra. Directora General de Relaciones Institucionales y Alta Inspección del Ministerio de Sanidad y Consumo, Ilmo. Sr. Viceconsejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de Madrid, Ilmo. Sr. Presidente del Ilustre Consejo General de Colegios de Médicos de España, Ilma. Sra. Presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Ilmos. Sres. Presidente y Secretario General de la Asociación Mundial de Derecho Médico, Ilmo. Sr. Presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho Sanitario, Excelentísimos e Ilustrísimos Señores Magistrados del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y de los Tribunales Superiores de Justicia, miembros de la Asociación Española de Derecho Sanitario y de la Asociación Iberoamericana de Derecho Sanitario, queridos amigos.

 

Quiero comenzar, como siempre, expresando nuestro agradecimiento a Sus Majestades los Reyes, que un año más nos han honrado aceptando la Presidencia de Honor del Congreso, a los organismos e instituciones que a través de sus altas autoridades están presentes en    nuestro    Comité    de   Honor,  a   nuestros patrocinadores y, sobre todo a los congresistas y participantes su interés y su apoyo a nuestras reuniones que en estas fechas ya tradicionales del mes de octubre cambiáis vuestras dedicaciones profesionales por el seguimiento de nuestro cada vez más apretadísimo programa. Bienvenidos.

 

Damos igualmente la bien venida a los nuevos participantes en este VIII Congreso, que es también la I Reunión Iberoamericana del Derecho Sanitario.

 

Es éste un hito que obliga otra vez a recapitular lo realizado en estos años, casi diría en estos Congresos pues la Asociación Iberoamericana de Derecho Sanitario se ha ido haciendo a lo largo de las últimas reuniones, en el VI, y en la histórica Aula Ramón y Cajal, se aprobó el protocolo fundacional, en el VII se elaboraron y se aprobaron sus Estatutos y se eligió la primera Junta Directiva, y en este VIII Congreso puedo anunciar la solicitud de ingreso e incorporación de la Asociación de Derecho Médico de Costa Rica, de la Asociación de Derecho Sanitario de la República Dominicana y me anunciaba esta misma mañana el profesor Sessin la solicitud de la Asociación Brasileña de Derecho Médico a la nueva Asociación.

 

Pero, ante esta realidad, se impone alguna reflexión en voz alta: ¿estamos preparados para ofrecer a las sociedades iberoamericanas una contribución importante y rigurosa dirigida a proteger y garantizar el derecho a la protección de la salud? ¿estamos igualmente preparados para contribuir desde ése nuestro especial punto de vista a la conformación de una sociedad más avanzada, en el sentido de más igual, más libre y más justa? Estoy profundamente convencido de que la respuesta afirmativa se impone.  Que existe una escuela Iberoamericana de Derecho Sanitario cuyas diferencias doctrinales es preciso aglutinar para recoger el fruto de la unidad evitando el derroche de trabajo y esfuerzos a que pueden llevar la excesiva dispersión y las fragmentaciones desmesuradas.

 

El Presidente Fox citaba anteayer en la apertura del II Congreso Internacional de la     Lengua Española la idea de Simón Bolívar según la que nuestras fronteras son más cosa de la Geografía que de la Historia y más de la política que de la cultura. Este nexo ya inquebrantable que  integra a 400 millones de personas, ha de demostrar su dinamismo para acumular sus fuerzas, asumir su lugar en el presente y afrontar el futuro con su enorme potencialidad.

 

Lo que no puede dejar de tener su proyección en el campo del Derecho como expresión cultural: en el XIII Congreso de Asociación Mundial de Derecho Médico, celebrado en Helsinki, creo que  el 3er lugar en número de participantes y de ponencias admitidas, todas de gran altura, fueron en español, cuando hace pocos años solo quien les habla acudía desde el área Iberoamericana.

 

Los Presidentes de las Asociaciones de Derecho Sanitario de Argentina, Chile y Perú, de Derecho Sanitario y Derecho Médico de Portugal y de las Asociaciones de Derecho Médico de la República Dominicana y de Costa Rica, nos acompañan y respaldan con el propósito de sumar y no disipar esfuerzos y sobre todo de ser partícipes, en cualquier forma, bien reuniéndose en la Asociación, bien colaborando con ella o con cualquiera de las Asociadas. Es una preocupación común demostrar las posibilidades de la ya pujante Escuela Iberoamericana de Derecho Sanitario como plataforma que la potencie.

 

Damos hoy la bienvenida al Dr. Amon Carmi, Presidente de la Asociación Mundial de Derecho Médico que con su presencia viene a respaldar nuestras actividades y que ha propiciado que esta I Reunión Iberoamericana pueda considerarse como la antesala del XIV Congreso Mundial de Derecho Médico, que se celebrará en Maastrich el próximo año, igual que a su Secretario General Profesor Dierkens permanente congresista de nuestros eventos, quien le acompaña.

 

En el momento de echar la vista atrás, quiero dedicar un emocionado  recuerdo al Profesor Don Javier Gafo Fernández, Director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas, miembro de la Comisión científica de nuestra Asociación así   como   asociado    de honor, cuyo fallecimiento nos ha sorprendido en este año, máxime cuando tuvimos ocasión de verle atender diariamente a las sesiones del año pasado. La labor del padre Gafo ha sido justamente destacada como referencia esencial en la bioética española. A ella se deben la coordinación del I Seminario Interdisciplinar sobre bioética y la publicación de los “Dilemas éticos de la Medicina actual” cuya lectura es imprescindible desde su primera aparición.

 

Por estas fechas del pasado año, se celebró el VII Congreso Nacional de Derecho Sanitario, que puso de manifiesto, una vez más, la dimensión doctrinal, la repercusión social y el afán de participación y superación  profesional en los ámbitos jurídico y sanitario y en todas sus manifestaciones: publicaciones, intervención en producciones normativas, colaboración y asesoramiento a Instituciones públicas y privadas, presencia  de figuras de máximo prestigio tanto nacionales como internacionales.

 

En lo académico, éste ha sido también el año de la primera promoción del Master de Derecho Sanitario organizado por nuestra   Asociación y siguiendo su concepto de destacar los contenidos jurídicos fundamentales que lo independizan de la Medicina Legal. Para el año 2002 está prevista la segunda promoción.

 

En materia de publicaciones, la Asociación ha mantenido su línea de producción, participando como coeditora de la obra Derecho Médico. Tratado de Derecho Sanitario, con la prestigiosa editorial jurídica Colex, destinada a convertirse en herramienta de trabajo para el jurista especializado y de consulta para el profesional de la salud, que esperamos siga el mismo camino de “La Responsabilidad Legal del Profesional Sanitario” libro que ha alcanzado una tirada inédita, y que comienza a distribuirse en estos momentos igualmente en Iberoamérica. En el marco de este Congreso se presentará el libro de ponencias de nuestro 7º Congreso que como ya es habitual publicamos con la fundación Mapfre Medicina.

 

Este año ha sido, además, año electoral, en el que con una altísima participación de nuestros asociados se ha renovando la Junta Directiva en la mitad más uno de sus miembros, lo que   pone de relieve, el dinamismo de la Asociación y la voluntad de plantearse nuevos proyectos, conservando su carácter de marco de encuentro para el debate del Derecho Sanitario y de la protección de la salud en relación con las normas jurídicas como parte del progreso social y político.

 

Han accedido a la Junta Directiva 5 nuevos miembros, 2 médicos de prestigio, Guillermo Sierra Arredondo y Juan Manuel Montero Vázquez, y 3 prestigiosos juristas especialistas en Derecho Sanitario, dos de ellos vinculados a Colegios Oficiales de Médicos de Comunidades Autónomas con Insalud transferido, como son Cataluña y País Vasco  Ignasi Pidevall Borrell, y Alfonso Atela Bilbao así como Roberto Cantero Rivas Letrado de la Administración de la Seguridad Social y miembro de la Asesoría Jurídica del Instituto Nacional de la Salud y de todos vosotros conocidos tanto por sus trabajos como por sus aportaciones doctrinales.

 

Los nuevos miembros de la Junta Directiva revelan la aspiración a una mayor presencia de médicos    en     relación     con    los       juristas, robusteciendo así lo que ha sido desde siempre la nota identificativa de la original naturaleza de la Asociación, compuesta por profesionales del derecho y la salud; y de la importancia del Derecho Sanitario que se hace cada día en las Comunidades Autónomas, en un período en el que unas consolidan y otras acceden al ejercicio de las competencias plenas en el desarrollo y ejecución del derecho a la protección de la salud.

 

La Junta se propone además completar el desarrollo estatutario, aprovechando las posibilidades que ofrecen las comisiones sectoriales, que se crearán y desarrollarán tanto monográfica como permanentemente y con las que se pretende conseguir una mayor participación de todos los asociados, y especialmente de los profesionales sanitarios, en la vida y en el destino de la Asociación, profundizando en la triple vertiente del progreso científico, la regulación jurídica y el sustento social para alcanzar, desde el punto de vista del derecho a la protección de la salud, el acceso a las prestaciones sociales en libertad e igualdad como   expresión   de   su   fundamento   ético  y jurídico. Las dos primeras comisiones sectoriales se dedicarán a la Odontoestomatología y a la Enfermería.

 

La existencia de una nueva Junta Directiva con estas características supone a la vez conservar en buena medida el espíritu que ha animado a la Asociación en nueve años de su existencia, pero sobre todo poner por delante el afán de renovación y el planteamiento constante de una línea de concepto ya consolidado a tiempos, realidades y problemas en continua evolución.

 

El primer acto de la nueva Directiva ha sido la reunión de la Comisión Científica de la Asociación y la consiguiente preparación de los temas de esta edición del  Congreso.

 

Que se inaugura con la conferencia magistral encomendada al Profesor Dr. Don Manuel Díaz Rubio, Catedrático de Medicina Interna y miembro de la Real Academia de Medicina y Cirugía y de la Comisión Científica de nuestra Asociación, que se dedica al médico en la sociedad actual sin duda como expresión de una dependencia recíproca que, desde mi  punto   de vista, implica una cada vez más acusada sensibilidad e imbricación del médico en la sociedad en la que vive y la conciencia de que esta sociedad está exigiendo una mirada más profunda y una comprensión mayor de los principios, de las normas fundamentales y de los valores que encarna el Derecho Sanitario tal y como aquí lo entendemos.   

 

El programa científico se distribuye, siguiendo el esquema de las reuniones más próximas en talleres de trabajo y mesas redondas y dedica dos sesiones a la I Reunión Iberoamericana del Derecho Sanitario en las que podrá comprobarse la altura alcanzada por la doctrina sanitaria del otro lado del mar.

 

La atención a la actualidad se refleja en los temas a los que están dedicados las mesas redondas y los talleres de trabajo y que son, todas ellas, expresión de preocupaciones graves y justificadas que es preciso tratar con adecuado enfoque para garantizar una solución correcta.

 

Nos preocupa que las Comunidades Autónomas hayan tenido que adelantarse   en   la regulación por Ley de la información y documentación clínica, que afectan al contenido de derechos de los pacientes que debían ser los mismos en todo el territorio nacional, apreciándose incluso diferencias relevantes en cuestiones fundamentales, como en lo relativo al plazo de conservación de los datos de la historia clínica. Es cierto que existe una proposición de Ley del Estado sobre estas materias, que ya tendrá que ser no solo básica, resolviendo de manera uniforme problemas pendientes, sino también y aunque tarde armonizadora de disposiciones existentes, además de desarrollar el Convenio europeo de Bioética y acomodar el Derecho español. 

 

Nos preocupa también el marco laboral en el que el médico ejerce su profesión, en el que los problemas pendientes de solución son una lista desgraciadamente interminable: nuestro Congreso no puede referirse más que a los más candentes: la transposición de las Directivas sobre tiempo de trabajo, que una vez más están teniendo que cumplirse a golpe de Sentencias mientras que las guardias continúan sin regularse incumpliendo una obligación de    hace más de 20 años; y los definidos descriptivamente como contratos parciales, eventuales y precarios, porque más que uso se hace abuso de ellos, en guardias, en refuerzos, en cotización a la Seguridad Social.

 

Hay muchos más que no ha sido posible tratar, alguno por razón de tiempo, como el de la colegiación voluntaria, que no solo priva al médico de defensa corporativa, sino al paciente de la garantía de control deontológico. Intimamente ligado a este problema se encuentran otros, que se tratan en la Mesa dedicada a las novedades jurisprudenciales: la libertad de prescripción, suscitada en el ámbito penitenciario, pero cuyo vigor en el estrictamente sanitario hay que defender a toda costa; e incluso el de la delegación de funciones médicas en ATS y de funciones médicas y de ATS en personal auxiliar, que también se tratan en la misma Mesa.

 

Era también preciso referirse a la nueva regulación y práctica de la prueba pericial que trae   la     aplicación   de   la   nueva    Ley     de Enjuiciamiento Civil y a ello hemos dedicado una Mesa.

 

Para los testamentos vitales, que preferimos denominar directrices o voluntades anticipadas se ha reservado la sesión previa a la clausura. Se entra en su tratamiento con el pie forzado de tener que regularlos, sin posibilidad alguna de discutir si deberían, o no, regularse por Ley; y se introducen normas jurídicas, derechos y obligaciones, formas, que llevarán a conclusiones jurídicas sobre el derecho a disponer de la propia vida. La confusión es muy grande, incluso en el lenguaje, y hay que ser muy cuidadoso con las reglas que se establezcan.

 

Naturalmente que no es éste el momento de las conclusiones. Puede serlo de las previsiones y aún de las aproximaciones y las expectativas. En este sentido me voy a permitir expresar algunas consideraciones.

 

En primer lugar, que es necesaria una mayor presencia del derecho sanitario, de sus principios   vitales   y  sus  valores, en la realidad social, porque la realidad social, recíprocamente, así lo demanda: no se trata de juzgar, inmediatamente y sin más (a lo que estamos tan acostumbrados) conductas y acciones, de resarcir y castigar, sino de apreciar qué intereses individuales y sociales están implicados y atender su valor relativo, y de colocar, junto al progreso técnico, el ético, social y jurídico.

 

Aún más en los tiempos de hoy, que nos enseñan a qué atentados puede conducir el desconocimiento del primer derecho humano fundamental, el derecho a la vida y la integridad física y moral de las personas y de los pueblos; cuanta importancia tienen el derecho a la protección de la salud, la asistencia sanitaria y la prevención. Desde donde hay que concluir que es necesario colocar los valores de respeto a la vida y a la salud en una consideración primerísima y utilizar las facultades a las que nos dedicamos, a los cuidados a la salud, unos, otros a su protección y defensa con normas jurídicas y su evolución, y, todos juntos, con el trabajo, el rigor y la dedicación que merecen para su progreso y para el progreso, que será simple consecuencia, hacia  una  sociedad  más  justa y más igual, sin diferencias de condición social, de religión o de raza.

 

Os agradezco a todos vuestra presencia, muy especialmente a quienes para estar aquí habéis necesitado sufrir las incomodidades y, por qué no decirlo, el temor de un desplazamiento intercontinental para mostrarnos la cuidadosa preparación, el vigor y la altura científica del Derecho sanitario en Iberoamérica.   

 

Agradecimiento que hago extensivo al Colegio de Médicos de Madrid y a su Presidenta Dra. Fariña por haber propiciado que el Congreso se celebre una vez más en la Sede Colegial y muy especialmente a los patrocinios con los que la Asociación ha contado para la organización de este Congreso y de sus actividades, a la Fundación Avedis Donabedian y a la Fundación Mapfre Medicina, organizadores del taller de trabajo dedicado a la mejora de la seguridad clínica de los pacientes, a Unimedi, que organiza asimismo el taller sobre calidad y responsabilidad, a los Laboratorios Lacer que un año más colabora con nuestra Asociación no solo  en la  edición  de  sus   publicaciones   sino patrocinando el taller de trabajo sobre los contratos en el sector sanitario a la compañía de seguros St. Paul España por el despliegue de medios y respaldo permanente del derecho sanitario y a Uniteco Profesional importantísima correduría de seguros de los médicos españoles y en fin a los laboratorios GLAXO SMITHKLINE, editoriales jurídicas singularmente Colex, y Telefónica por la presencia, el apoyo y la contribución que cada día y hoy una vez más demuestra a nuestras actividades.

 

Y concluyo deseando a todos un fructífero Congreso Nacional y una magnífica I Reunión Iberoamericana e invitando a todos a asistir al próximo Congreso Mundial de Derecho Médico en Maastrich 2002 y a mostrar allí la calidad de los avances del Derecho Sanitario Iberoamericano.


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