Excma
Sra. Directora General de Relaciones Institucionales y Alta Inspección
del Ministerio de Sanidad y Consumo, Ilmo. Sr. Viceconsejero de Sanidad y
Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de Madrid, Ilmo. Sr.
Presidente del Ilustre Consejo General de Colegios de Médicos de España,
Ilma. Sra. Presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid,
Ilmos. Sres. Presidente y Secretario General de la Asociación Mundial de
Derecho Médico, Ilmo. Sr. Presidente de la Asociación Iberoamericana de
Derecho Sanitario, Excelentísimos e Ilustrísimos Señores Magistrados
del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y de los Tribunales
Superiores de Justicia, miembros de la Asociación Española de Derecho
Sanitario y de la Asociación Iberoamericana de Derecho Sanitario,
queridos amigos.
Quiero
comenzar, como siempre, expresando nuestro agradecimiento a Sus Majestades
los Reyes, que un año más nos han honrado aceptando la Presidencia de
Honor del Congreso, a los organismos e instituciones que a través de sus
altas autoridades están presentes en
nuestro Comité
de Honor,
a nuestros
patrocinadores y, sobre todo a los congresistas y participantes su interés
y su apoyo a nuestras reuniones que en estas fechas ya tradicionales del
mes de octubre cambiáis vuestras dedicaciones profesionales por el
seguimiento de nuestro cada vez más apretadísimo programa. Bienvenidos.
Damos
igualmente la bien venida a los nuevos participantes en este VIII
Congreso, que es también la I Reunión Iberoamericana del Derecho
Sanitario.
Es
éste un hito que obliga otra vez a recapitular lo realizado en estos años,
casi diría en estos Congresos pues la Asociación Iberoamericana de
Derecho Sanitario se ha ido haciendo a lo largo de las últimas reuniones,
en el VI, y en la histórica Aula Ramón y Cajal, se aprobó el protocolo
fundacional, en el VII se elaboraron y se aprobaron sus Estatutos y se
eligió la primera Junta Directiva, y en este VIII Congreso puedo anunciar
la solicitud de ingreso e incorporación de la Asociación de Derecho Médico
de Costa Rica, de la Asociación de Derecho Sanitario de la República
Dominicana y me anunciaba esta misma mañana el profesor Sessin la
solicitud de la Asociación Brasileña de Derecho Médico a la nueva
Asociación.
Pero,
ante esta realidad, se impone alguna reflexión en voz alta: ¿estamos
preparados para ofrecer a las sociedades iberoamericanas una contribución
importante y rigurosa dirigida a proteger y garantizar el derecho a la
protección de la salud? ¿estamos igualmente preparados para contribuir
desde ése nuestro especial punto de vista a la conformación de una
sociedad más avanzada, en el sentido de más igual, más libre y más
justa? Estoy profundamente convencido de que la respuesta afirmativa se
impone. Que existe una
escuela Iberoamericana de Derecho Sanitario cuyas diferencias doctrinales
es preciso aglutinar para recoger el fruto de la unidad evitando el
derroche de trabajo y esfuerzos a que pueden llevar la excesiva dispersión
y las fragmentaciones desmesuradas.
El
Presidente Fox citaba anteayer en la apertura del II Congreso
Internacional de la
Lengua Española la idea de Simón Bolívar según la que nuestras
fronteras son más cosa de la Geografía que de la Historia y más de la
política que de la cultura. Este nexo ya inquebrantable que
integra a 400 millones de personas, ha de demostrar su dinamismo
para acumular sus fuerzas, asumir su lugar en el presente y afrontar el
futuro con su enorme potencialidad.
Lo que no
puede dejar de tener su proyección en el campo del Derecho como expresión
cultural: en el XIII Congreso de Asociación Mundial de Derecho Médico,
celebrado en Helsinki, creo que el
3er lugar en número de participantes y de ponencias admitidas,
todas de gran altura, fueron en español, cuando hace pocos años solo
quien les habla acudía desde el área Iberoamericana.
Los
Presidentes de las Asociaciones de Derecho Sanitario de Argentina, Chile y
Perú, de Derecho Sanitario y Derecho Médico de Portugal y de las
Asociaciones de Derecho Médico de la República Dominicana y de Costa
Rica, nos acompañan y respaldan con el propósito de sumar y no disipar
esfuerzos y sobre todo de ser partícipes, en cualquier forma, bien reuniéndose
en la Asociación, bien colaborando con ella o con cualquiera de las
Asociadas. Es una preocupación común demostrar las posibilidades de la
ya pujante Escuela Iberoamericana de Derecho Sanitario como plataforma que
la potencie.
Damos hoy
la bienvenida al Dr. Amon Carmi, Presidente de la Asociación Mundial de
Derecho Médico que con su presencia viene a respaldar nuestras
actividades y que ha propiciado que esta I Reunión Iberoamericana pueda
considerarse como la antesala del XIV Congreso Mundial de Derecho Médico,
que se celebrará en Maastrich el próximo año, igual que a su Secretario
General Profesor Dierkens permanente congresista de nuestros eventos,
quien le acompaña.
En el
momento de echar la vista atrás, quiero dedicar un emocionado
recuerdo al Profesor Don Javier Gafo Fernández, Director de la Cátedra
de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas, miembro de la
Comisión científica de nuestra Asociación así
como asociado
de honor, cuyo fallecimiento nos ha sorprendido en este año, máxime
cuando tuvimos ocasión de verle atender diariamente a las sesiones del año
pasado. La labor del padre Gafo ha sido justamente destacada como
referencia esencial en la bioética española. A ella se deben la
coordinación del I Seminario Interdisciplinar sobre bioética y la
publicación de los “Dilemas éticos de la Medicina actual” cuya
lectura es imprescindible desde su primera aparición.
Por
estas fechas del pasado año, se celebró el VII Congreso Nacional de
Derecho Sanitario, que puso de manifiesto, una vez más, la dimensión
doctrinal, la repercusión social y el afán de participación y superación
profesional en los ámbitos jurídico y sanitario y en todas sus
manifestaciones: publicaciones, intervención en producciones normativas,
colaboración y asesoramiento a Instituciones públicas y privadas,
presencia de figuras de máximo
prestigio tanto nacionales como internacionales.
En
lo académico, éste ha sido también el año de la primera promoción del
Master de Derecho Sanitario organizado por nuestra
Asociación y siguiendo su concepto de destacar los contenidos jurídicos
fundamentales que lo independizan de la Medicina Legal. Para el año 2002
está prevista la segunda promoción.
En
materia de publicaciones, la Asociación ha mantenido su línea de
producción, participando como coeditora de la obra Derecho Médico.
Tratado de Derecho Sanitario, con la prestigiosa editorial jurídica
Colex, destinada a convertirse en herramienta de trabajo para el jurista
especializado y de consulta para el profesional de la salud, que esperamos
siga el mismo camino de “La Responsabilidad Legal del Profesional
Sanitario” libro que ha alcanzado una tirada inédita, y que comienza a
distribuirse en estos momentos igualmente en Iberoamérica. En el marco de
este Congreso se presentará el libro de ponencias de nuestro 7º Congreso
que como ya es habitual publicamos con la fundación Mapfre Medicina.
Este
año ha sido, además, año electoral, en el que con una altísima
participación de nuestros asociados se ha renovando la Junta
Directiva en la mitad más uno de sus miembros, lo que
pone de relieve, el dinamismo de la Asociación y la voluntad de
plantearse nuevos proyectos, conservando su carácter de marco de
encuentro para el debate del Derecho Sanitario y de la protección de la
salud en relación con las normas jurídicas como parte del progreso
social y político.
Han
accedido a la Junta Directiva 5 nuevos miembros, 2 médicos de
prestigio, Guillermo Sierra Arredondo y Juan Manuel Montero Vázquez, y 3
prestigiosos juristas especialistas en Derecho Sanitario, dos de ellos
vinculados a Colegios Oficiales de Médicos de Comunidades Autónomas con
Insalud transferido, como son Cataluña y País Vasco
Ignasi Pidevall Borrell, y Alfonso Atela Bilbao así como Roberto
Cantero Rivas Letrado de la Administración de la Seguridad Social y
miembro de la Asesoría Jurídica del Instituto Nacional de la Salud y de
todos vosotros conocidos tanto por sus trabajos como por sus aportaciones
doctrinales.
Los
nuevos miembros de la Junta Directiva revelan la aspiración a una mayor
presencia de médicos en
relación con
los
juristas, robusteciendo así lo que ha sido desde siempre la nota
identificativa de la original naturaleza de la Asociación, compuesta por
profesionales del derecho y la salud; y de la importancia del Derecho
Sanitario que se hace cada día en las Comunidades Autónomas, en un período
en el que unas consolidan y otras acceden al ejercicio de las competencias
plenas en el desarrollo y ejecución del derecho a la protección de la
salud.
La Junta
se propone además completar el desarrollo estatutario, aprovechando las
posibilidades que ofrecen las comisiones sectoriales, que se crearán y
desarrollarán tanto monográfica como permanentemente y con las que se
pretende conseguir una mayor participación de todos los asociados, y
especialmente de los profesionales sanitarios, en la vida y en el destino
de la Asociación, profundizando en la triple vertiente del progreso científico,
la regulación jurídica y el sustento social para alcanzar, desde el
punto de vista del derecho a la protección de la salud, el acceso a las
prestaciones sociales en libertad e igualdad como
expresión de
su fundamento
ético y jurídico.
Las dos primeras comisiones sectoriales se dedicarán a la
Odontoestomatología y a la Enfermería.
La
existencia de una nueva Junta Directiva con estas características supone
a la vez conservar en buena medida el espíritu que ha animado a la
Asociación en nueve años de su existencia, pero sobre todo poner por
delante el afán de renovación y el planteamiento constante de una línea
de concepto ya consolidado a tiempos, realidades y problemas en continua
evolución.
El primer
acto de la nueva Directiva ha sido la reunión de la Comisión Científica
de la Asociación y la consiguiente preparación de los temas de esta
edición del Congreso.
Que se
inaugura con la conferencia magistral encomendada al Profesor Dr. Don
Manuel Díaz Rubio, Catedrático de Medicina Interna y miembro de la Real
Academia de Medicina y Cirugía y de la Comisión Científica de nuestra
Asociación, que se dedica al médico en la sociedad actual sin duda como
expresión de una dependencia recíproca que, desde mi
punto de vista,
implica una cada vez más acusada sensibilidad e imbricación del médico
en la sociedad en la que vive y la conciencia de que esta sociedad está
exigiendo una mirada más profunda y una comprensión mayor de los
principios, de las normas fundamentales y de los valores que encarna el
Derecho Sanitario tal y como aquí lo entendemos.
El
programa científico se distribuye, siguiendo el esquema de las reuniones
más próximas en talleres de trabajo y mesas redondas y dedica dos
sesiones a la I Reunión Iberoamericana del Derecho Sanitario en las que
podrá comprobarse la altura alcanzada por la doctrina sanitaria del otro
lado del mar.
La atención
a la actualidad se refleja en los temas a los que están dedicados las
mesas redondas y los talleres de trabajo y que son, todas ellas, expresión
de preocupaciones graves y justificadas que es preciso tratar con adecuado
enfoque para garantizar una solución correcta.
Nos
preocupa que las Comunidades Autónomas hayan tenido que adelantarse
en la regulación
por Ley de la información y documentación clínica, que afectan al
contenido de derechos de los pacientes que debían ser los mismos en todo
el territorio nacional, apreciándose incluso diferencias relevantes en
cuestiones fundamentales, como en lo relativo al plazo de conservación de
los datos de la historia clínica. Es cierto que existe una proposición
de Ley del Estado sobre estas materias, que ya tendrá que ser no solo básica,
resolviendo de manera uniforme problemas pendientes, sino también y
aunque tarde armonizadora de disposiciones existentes, además de
desarrollar el Convenio europeo de Bioética y acomodar el Derecho español.
Nos
preocupa también el marco laboral en el que el médico ejerce su profesión,
en el que los problemas pendientes de solución son una lista
desgraciadamente interminable: nuestro Congreso no puede referirse más
que a los más candentes: la transposición de las Directivas sobre tiempo
de trabajo, que una vez más están teniendo que cumplirse a golpe de
Sentencias mientras que las guardias continúan sin regularse incumpliendo
una obligación de hace
más de 20 años; y los definidos descriptivamente como contratos
parciales, eventuales y precarios, porque más que uso se hace abuso de
ellos, en guardias, en refuerzos, en cotización a la Seguridad Social.
Hay
muchos más que no ha sido posible tratar, alguno por razón de tiempo,
como el de la colegiación voluntaria, que no solo priva al médico de
defensa corporativa, sino al paciente de la garantía de control deontológico.
Intimamente ligado a este problema se encuentran otros, que se tratan en
la Mesa dedicada a las novedades jurisprudenciales: la libertad de
prescripción, suscitada en el ámbito penitenciario, pero cuyo vigor en
el estrictamente sanitario hay que defender a toda costa; e incluso el de
la delegación de funciones médicas en ATS y de funciones médicas y de
ATS en personal auxiliar, que también se tratan en la misma Mesa.
Era también
preciso referirse a la nueva regulación y práctica de la prueba pericial
que trae la
aplicación de la
nueva Ley
de Enjuiciamiento Civil y a ello hemos dedicado una Mesa.
Para los
testamentos vitales, que preferimos denominar directrices o voluntades
anticipadas se ha reservado la sesión previa a la clausura. Se entra en
su tratamiento con el pie forzado de tener que regularlos, sin posibilidad
alguna de discutir si deberían, o no, regularse por Ley; y se introducen
normas jurídicas, derechos y obligaciones, formas, que llevarán a
conclusiones jurídicas sobre el derecho a disponer de la propia vida. La
confusión es muy grande, incluso en el lenguaje, y hay que ser muy
cuidadoso con las reglas que se establezcan.
Naturalmente
que no es éste el momento de las conclusiones. Puede serlo de las
previsiones y aún de las aproximaciones y las expectativas. En este
sentido me voy a permitir expresar algunas consideraciones.
En primer
lugar, que es necesaria una mayor presencia del derecho sanitario, de sus
principios vitales
y sus
valores, en la realidad social, porque la realidad social, recíprocamente,
así lo demanda: no se trata de juzgar, inmediatamente y sin más (a lo
que estamos tan acostumbrados) conductas y acciones, de resarcir y
castigar, sino de apreciar qué intereses individuales y sociales están
implicados y atender su valor relativo, y de colocar, junto al progreso técnico,
el ético, social y jurídico.
Aún más
en los tiempos de hoy, que nos enseñan a qué atentados puede conducir el
desconocimiento del primer derecho humano fundamental, el derecho a la
vida y la integridad física y moral de las personas y de los pueblos;
cuanta importancia tienen el derecho a la protección de la salud, la
asistencia sanitaria y la prevención. Desde donde hay que concluir que es
necesario colocar los valores de respeto a la vida y a la salud en una
consideración primerísima y utilizar las facultades a las que nos
dedicamos, a los cuidados a la salud, unos, otros a su protección y
defensa con normas jurídicas y su evolución, y, todos juntos, con el
trabajo, el rigor y la dedicación que merecen para su progreso y para el
progreso, que será simple consecuencia, hacia
una sociedad
más justa y más
igual, sin diferencias de condición social, de religión o de raza.
Os
agradezco a todos vuestra presencia, muy especialmente a quienes para
estar aquí habéis necesitado sufrir las incomodidades y, por qué no
decirlo, el temor de un desplazamiento intercontinental para mostrarnos la
cuidadosa preparación, el vigor y la altura científica del Derecho
sanitario en Iberoamérica.
Agradecimiento
que hago extensivo al Colegio de Médicos de Madrid y a su Presidenta Dra.
Fariña por haber propiciado que el Congreso se celebre una vez más en la
Sede Colegial y muy especialmente a los patrocinios con los que la
Asociación ha contado para la organización de este Congreso y de sus
actividades, a la Fundación Avedis Donabedian y a la Fundación Mapfre
Medicina, organizadores del taller de trabajo dedicado a la mejora de la
seguridad clínica de los pacientes, a Unimedi, que organiza asimismo el
taller sobre calidad y responsabilidad, a los Laboratorios Lacer que un año
más colabora con nuestra Asociación no solo
en la edición
de sus publicaciones
sino patrocinando el taller de trabajo sobre los contratos en el
sector sanitario a la compañía de seguros St. Paul España por el
despliegue de medios y respaldo permanente del derecho sanitario y a
Uniteco Profesional importantísima correduría de seguros de los médicos
españoles y en fin a los laboratorios GLAXO SMITHKLINE, editoriales jurídicas
singularmente Colex, y Telefónica por la presencia, el apoyo y la
contribución que cada día y hoy una vez más demuestra a nuestras
actividades.
Y
concluyo deseando a todos un fructífero Congreso Nacional y una magnífica
I Reunión Iberoamericana e invitando a todos a asistir al próximo
Congreso Mundial de Derecho Médico en Maastrich 2002 y a mostrar allí la
calidad de los avances del Derecho Sanitario Iberoamericano.
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